JUGAR ENRIQUECE EL ALMA
El juego como impulso primario
Más que un método, el juego es en sí mismo un impulso.
El juego se debe valorar como un bien cultural que no se limita a ninguna franja de edad, sino que acompaña a los humanos desde que nacen y durante toda la vida. En el juego espontáneo surgen procesos internos que ayudan a integrar vivencias, miedos, frustraciones y expresar deseos e inquietudes, además de ser un vehículo para la comprensión del entorno. Aporta aprendizajes cognitivos (cómo funcionan las cosas) y fomenta la creatividad, tan importante para desarrollar la capacidad de resolución de conflictos.
Lo más importante de todo, siempre, serán las cosas imaginadas “de mentira” que aparecen en el juego libre, ésta actividad ocurre en una etapa de la vida, luego se pierde, éste pertenece a los niños hasta los 12 años de edad y desde los 6 años le ponen voluntad, antes son involuntarios.
El juego es algo realmente importante, lo dicen varias ramas, él construye el pensamiento, jugar es indispensable para la humanidad, el juego debe ser: LIBRE, ESPONTANEO, PLACENTERO, GOZOSO, SIN ESTRUCTURA Y SIN TIEMPO, y lo más importante es que no tiene propósito, ya que cuando existe propósito es una actividad educativa entretenida, existe una diferencia muy grande entre el juego y el trabajo, canto, movimiento, todas las actividades son un juego, son un proceso vivo sin resultado obligatorio. El juego hay que permitírselos, ellos saben que movimientos necesitan ejercitar para desarrollarse bien, adquieren habilidades en el desarrollo del pensamiento, en lo social, físico y de coordinación (Capacidad motora). Para lograr el desarrollo motor fino, sólo hay que dejar que jueguen y solos lo logran.
En cada juego nuevo “reforzado” (jugar más de una vez), hace una conexión cerebral. Esto sucede hasta los 7 años.
Para experimentar olores, sabores y texturas deben jugar con todo lo natural que tengan a su alcance como ramitas, tierra, piedras, hojas, plumas, palos, entre otros, ya que jugar solo con plástico empobrece las sensaciones.
CÓMO FOMENTAR EL JUEGO LIBRE
La creación de una atmósfera propicia para el juego libre lleva tiempo. Para que los niños puedan disfrutar al máximo del juego libre, deben disponer de, al menos, una hora o, mejor aún, una hora y media para que puedan involucrarse completamente en la actividad.
Lo ideal es que haya suficiente espacio para realizar movimientos corporales cómodamente (saltar, trepar, balancearse, tirar y atrapar) para juegos simbólicos, que por lo general se desarrollan con mayor tranquilidad. Es necesario que el adulto esté al tanto de esto y que permita que haya espacios divididos y protegidos.
El niño tiene que ser capaz de reorganizar el área durante el tiempo de juego, debe sentirse libre para crear su propio espacio con mesas, sillas, tablones, biombos y telas, que se convertirán en estructuras amplias a gran escala, tales como cabañas o vehículos. De esta forma, el juego se convierte en una actividad en la que interviene todo el cuerpo, no solo la punta de los dedos para mover pequeñas piezas sobre una mesa.
El niño necesita tener a su alcance distintos tipos de materiales, como objetos pesados de mayor tamaño que el habitual, y objetos pequeños, tales como estatuillas, juegos de té, conchas marinas y disfraces, todos ellos se pueden utilizar para crear accesorios. Además, se puede moldear o utilizar cuerdas, hilos, lana y retazos de tela. Este tipo de juguetes se asemejan más a la realidad, no son meras copias representativas. El objeto no se impone porque llama la atención del niño, sino que lo invita a dar rienda suelta a su imaginación.
En el juego libre, todo gira en torno a la actividad que el niño desarrolla, es él quien crea su propio espacio de juego, y es quien elige el tipo de juego a desarrollar, ya sea un juego que se basa en el movimiento, o un juego más simbólico en una esquina protegida. Cada objeto lleva consigo una cuota de libertad qu
e resulta necesaria para que cada niño pueda reflejar su estado de ánimo y su cultura en el objeto, es muy importante saber que los niños absorben todo lo que ven en su entorno físico y emocional, por esto el adulto debe controlar sus gestos y emociones.
Para un niño el juego y la seriedad no son 2 extremos de una polaridad, como los adultos queremos que se respete y estime nuestro trabajo, nosotros hemos de respetar y aceptar el juego del niño. Jugando con fantasía, es como el niño adiestra sus mejores y supremas energías. La fantasía es muy importante, el juego no solo los hace más felices, sino, más inteligentes.
Desarrollo cognitivo: Al jugar con objetos naturales o juguetes indefinidos, un niño puede considerar las cualidades elementales de éste, mientras le da rienda suelta a su imaginación; por ejemplo, un puñado de palitos pueden convertirse en spaghetti, y un palo más largo puede hacer las veces de una guitarra. Es muy importante observar el juego de los niños, un padre conoce a su hijo cuando lo ve jugar, ya que el juego es el espejo de cómo están y como se sienten. Ellos manejan, guían el juego, esto sirve para el autoestima. Jugar no debe ser un privilegio, en él los niños ponen lo que han vivido, es una respiración del día a día.
Dentro de un espacio especialmente preparado para los niños, con materiales seleccionados y dispuestos de una forma organizada, los niños seleccionan en qué rincones quieren jugar, con quién y cuanto tiempo.
Dificultades en la actualidad para el juego libre
En la actual sociedad no resulta fácil que un niño pueda jugar libremente. Para que se dé un juego libre, ha de disponer de espacio, materiales y tiempo. Los niños muy a menudo carecen de tiempo. Un aspecto importante del juego libre es la expansión que implica para el niño, tanto a nivel personal como a nivel social. La propia acción conlleva una serie de actitudes y valores que prácticamente solo se pueden adquirir en esta actividad. Sin embargo, no está contemplada por la sociedad actual como algo valioso, a menudo, es considerado por padres y educadores como una pérdida de tiempo.
Actualmente son muchos los factores que están en contra del juego libre, como es el énfasis en el comienzo temprano de la educación académica, presencia masiva de las pantallas, dificultad de entrar en contacto con la naturaleza.
Más tiempo y espacio para el juego libre.
Comments